La Asociación Catalana de Integración y Desarrollo Humano prepara la puesta en marcha, a partir del próximo mes, de un nuevo programa de envejecimiento activo que evitará que cuando ya tienen una edad avanzada, las personas con inteligencia límite tengan que ser ingresadas en residencias de ancianos conjuntamente con personas que no tienen ninguna discapacidad.

Las personas con inteligencia límite tienen un proceso de envejecimiento más rápido que el resto y no se sienten cómodos en una residencia con otras personas que en algunos casos pueden tener una edad muy superior y tienen necesidades muy diferentes. Por ello, el programa les permitirá continuar viviendo en sus pisos de toda la vida en un régimen de «hogar residencia», es decir, serán pisos tutelados de los que ellos no tendrán la llave y que tendrán unos horarios de cierre y apertura. Este cambio irá acompañado de un plan de actividades específicamente pensadas para que estas personas no pierdan capacidades ni habilidades y se sientan realizadas, como taichí, pintura o manualidades.

ACIDH atiende actualmente personas con desde su infancia hasta la edad adulta, pero ahora mismo no cuenta con recursos específicos para la tercera edad. Este proyecto responde a la necesidad de extender el acompañamiento a personas con IL a lo largo de toda su vida. Este es uno de los principales objetivos de futuro que se marca ACIDH y que se darán a conocer en el marco de su jornada anual, que se celebra este jueves 30 de noviembre.

 

Alianzas con el sectores sanitario y educativo para mejorar el diagnóstico

Otra línea de trabajo que ya está desplegando la asociación es la mejora de la detección y diagnóstico de las personas con IL. Por ello, la entidad quiere implicar de manera decidida a los sectores de la medicina y la educación. La idea es formar sobre la inteligencia límite a los profesionales de la educación y de la sanidad para que se puedan detectar más y mejor a las personas afectadas y así poderlas reconducir lo antes posible hacia los recursos específicamente creados para ellas. Durante el primer trimestre de 2018 ya hay previstos encuentros con varios centros educativos.

Alrededor del 2% de la población en Cataluña está afectada por inteligencia límite, pero a pesar de esta cifra uno de los grandes problemas es la invisibilización del colectivo y el desconocimiento sobre qué es la IL. Con estas acciones, se pretende precisamente mejorar la visibilización de las personas con inteligencia límite, así como aumentar y mejorar el diagnóstico de esta discapacidad y extender la atención y acompañamiento de las personas que la padecen a la totalidad de las etapas de la vida, desde la infancia hasta la vejez.

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